Tras tomar una pinta en un pub irlandés cercano a la Sears Tower me dispuse a subir al edificio más alto de EEUU y a día de hoy el cuarto en el mundo, 442m, observatorio en la planta 103. Esta vez sí, con la batería de la cámara cargada!. Fuegos artificiales desde las alturas cada viernes y cada sábado.
Tras el posterior paseo por el Theater District me dirigí a cruzar el río y encontrarme con la música que más suena en la ciudad y escucharla en el House of Blues.