Pipa, Genipabu, Canoa Quebrada, Jericoacora.
El día después del Carnaval de Olinda los transportes estaban saturados y tuve la suerte de compartir un taxi hasta Pipa (4h), nuestra sorpresa fue que en Pipa el Carnaval tiene un día extra!... la fiesta no termina y menos en Pipa donde abunda el ambiente nocturno. Quizás sea el lugar más turístico del Nordeste con esplendidas playas para aprender surf (Praia do Madeiro) o para pasear (Praia do Amor), es necesario informarse sobre las mareas baja y alta para el acceso a algunas playas. Un buen lugar para estar bastantes dias.
Evitando las estancias en ciudades me desplacé a Genipabu desde Pipa. Un autobús de 2h me llevó a la Terminal Rodoviaria de Natal y de ahí un taxi de 30 min a Genipabú. Un lugar más bien pobre en servicios y alojamiento donde hay unas espectaculares dunas bien atendidas por montones de Buggys. La experiencia de adrenalina en el circuito vale la pena. Con un día es suficiente.
Llegar a Canoa Quebrada me dio la sensación de haber llegado muy lejos en Brasil, ya sea por las distancias del transporte o por las pocas poblaciones que ves durante el desplazamiento. El autobús de Natal a Aracati (localidad a 15km de Canoa) dura 6h y perfectamente puedes estar dos horas sin ver más que campos de arbusto, acompañado de un aire acondicionado de congelador!. Llegando de noche a Aracati la opción hasta Canoa es el taxi, que evidentemente ya están esperando. Es importante hacer coincidir el fin de semana con Canoa porque el resto de días está muy vacío. Es un paisaje muy curioso donde los erosionados acantilados rojizos parece que amenacen con engullirse la playa. Los buggys también están de moda aquí.
En mi opinión Jericoacara es el mejor lugar de la Costa Nordeste de Brasil. Quizás por el difícil acceso a la localidad, sólo llegan 4x4 o camiones jardinera desde Jijoca que cruzán caminos arenosos y playa durante una hora hasta llegar al Parque Nacional donde está ubicada. O por ser un lugar tan remoto el ambiente sea más relajado aunque no carente de ambiente bien avanzada la noche. Con un ligero toque místico no habitual en Brasil (similar a Boipeba y Trancoso), y como de un ritual se tratara, por la mañana con la marea baja se suele ir a la playa y relajarse, más tarde observar como sube la marea y sorprenderse donde estabas al principio del día. Seguido, la duna Por do Sol (presente en todo momento) se empieza a llenar de personas que acuden a ver la puesta y al acabar disfrutan de las Capoeiras en la playa. También existen también circuitos en Buggy a lagunas, o simplemente caminar por las playas es una actividad privilegiada. Para llegar a Jeri desde Canoa es necesario un autobús hasta Fortaleza (3h) y otro hasta Jijoca (6h).
