Ubicada en el Sudeste de Tailandia y a una hora de vuelo desde Bangkok hasta Trat (pequeño aeropuerto de dos vuelos diarios exclusivo de Bangkok Airways, 40 Eur) enlazas con el transbordado en Loem para cruzar a la isla, que no puede considerarse paradisíaca debido a su gran tamaño, no obstante las salidas en barco para realizar actividades acuáticas si que te llevan a islas que pueden tener esta categoría. Me alojé en Bang Bao, un curioso y tranquilo pueblo adosado al pier; con marisquerias, tiendas de souvenirs y tours, pequeños alojamientos montados por europeos, y algún turista “acompañado”.
Pasé tres días relajado en el fantástico Buddha View esperando que terminara el temporal de lluvia y dirigirme a mi próximo destino.