La manera de llegar a la caribeña Isla de San Andrés es en avión, en Colombia el desplazamiento aéreo no es excesivamente caro y San Andrés no tiene una ruta comercial marítima organizada. Llegando de noche te pierdes el espectacular “Mar de los Siete Colores” que rodea toda la Isla, lo comprobé desde mi avión el día de mi partida. San Andrés es una isla relativamente pequeña y con una excesiva dependencia a los “todo incluido”.
Yo estuve alojado en una pequeña posada en el interior, en la Loma (http://www.posadasturisticasdecolombia.com/), zona mayoritariamente poblada por nativos de la Isla que tienen sus origines jamaicanos –es curioso el ingles criollo que hablan. En esta zona de la Isla junto con San Luis es donde se aprecia mejor la arquitectura de sus casas de madera pintadas de colores pastel de influencia caribeña. Las líneas de “busetas” recorren casi toda la Isla, siempre pasando por el centro (lleno de comercios), aunque es mejor usar la “moto-taxi” para desplazamientos cortos. El inconveniente es que a partir de las once de la noche tienen prohibido circular, aunque con el poco ambiente que hay tampoco importa mucho y acaba siendo más interesante una conversación en la Posada. Pasé dos semanas muy relajado en San Andrés, aunque con una semana es suficiente a no ser que se visite la Isla vecina de Providencia. El principal atractivo son las playas paradisíacas de blanca arena y mar cristalino, quizás la mejor combinación de colores mejor que nunca he visto. Comprobé que solo hay dos zonas con playas, en el Centro y en San Luis, el resto de la Isla es coralina y se quedó sin arena no hace mucho. No hay que perderse una salida al Acuario y al Johnny Key.
Yo estuve alojado en una pequeña posada en el interior, en la Loma (http://www.posadasturisticasdecolombia.com/), zona mayoritariamente poblada por nativos de la Isla que tienen sus origines jamaicanos –es curioso el ingles criollo que hablan. En esta zona de la Isla junto con San Luis es donde se aprecia mejor la arquitectura de sus casas de madera pintadas de colores pastel de influencia caribeña. Las líneas de “busetas” recorren casi toda la Isla, siempre pasando por el centro (lleno de comercios), aunque es mejor usar la “moto-taxi” para desplazamientos cortos. El inconveniente es que a partir de las once de la noche tienen prohibido circular, aunque con el poco ambiente que hay tampoco importa mucho y acaba siendo más interesante una conversación en la Posada. Pasé dos semanas muy relajado en San Andrés, aunque con una semana es suficiente a no ser que se visite la Isla vecina de Providencia. El principal atractivo son las playas paradisíacas de blanca arena y mar cristalino, quizás la mejor combinación de colores mejor que nunca he visto. Comprobé que solo hay dos zonas con playas, en el Centro y en San Luis, el resto de la Isla es coralina y se quedó sin arena no hace mucho. No hay que perderse una salida al Acuario y al Johnny Key.
¡Imposible no llevarse un gran recuerdo del Mar de los Siete Colores, de la gente amable que habita en San Andrés y de la frutas tropicales que probé!